No es que Historias de Cronopios y de Famas sea un libro grande. Pero ahora, Aguilar, en su colección Crisol, la ha editado en pequeñito, menos que un paquete de tabaco, algo más ancho que un celular (un móvil). Así que ya podemos llevar a cualquier sitio ese libro como lo que realmente es: un inhalador, un broncodilatador del espíritu, un ventolín para las peores respuestas alérgicas. Os diría que no hay excusas para no llevarlo encima, pero el precio me frena: 23 eurazos. Sale más barato comprar ediciones peores y agotarlas hasta poder emular al Cronopio e ir tirando las hojas leídas desde una ventanilla, pero es a pesar de todo, hay que reconocerlo, un formato encantador. Ahora podemos emular a los curitas de tren, con nuestro pequeño libro de oraciones editado en piel oscura, tamaño bolsillo, sólo que nosotros reiremos... otra forma de vivir la espiritualidad.
miércoles, 12 de diciembre de 2007
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3 comentarios:
Y que le puede salvar la vida. Recuerde lo de las balas paradas por libros guardados en los bolsillos de las camisas.
Qué antiguos! Lo moderno habría sido sacar una versión para PDA...
Ayer lo ví en una librería y, sí, tiene realmente formato de breviario. Por un momento me hizo pensar en "Camino", de Mons. Escrivá de Balaguer, aunque orientado a la progresía culta, que lo llevará encima como libro oracular al que consultar cuando la tentación de votar al PP en las próximas autonómicas apriete con fuerza.
Y sí, también, aunque es bonito los 23 eurazos echan bastante para atrás a la hora de adquirirlo.
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