miércoles, 5 de agosto de 2009

Homérico

(Nota curiosa publicada por el correponsal en Londres de La Vanguardia durante los años cuarenta. Se titulaba 'Cosas de Bernard Shaw'. De aplauso)

"Desde hace varios años, vengo pagando impuestos a razón de 19 chelines y medio por cada veinte que gano, y ahora usted me salta pidièndome un donativo. Permítame que con un gesto sarcástico le dirija hacia aquéllos que tienen la suerte de ser lo suficientemente pobres para que no le valga la pena a la Tesorería el tomarse el trabajo de arruinarles". Estas son las palabras con las que Bernard Shaw ha contestado una carta de Mr. Owens Rattenbury pidiéndole que contribuyera a la formación de un fondo para ayudar al a redención de delincuentes precoces del East-End de Londres. "Además -agrega- yo nunca he creído en la redención de los delincuentes; al contrario, yo he tenido siempre el valor de enfrentarme con el hecho escamoteado por todos los humanistas de que la Naturaleza, lo mismo que da un porcentaje de sabios, santos y héroes, da un porcentaje de villanos, para los que no hay salvación".
"¿Me autoriza usted para que venda su carta y dedique el producto a engrosar el fondo?!, volvió a escribirle Mr. Rattenbury. Al día siguiente, en tinta roja de la propia carta de Mr. Rattenbury, llegó la respuesta: "Déjeme usted en paz y haga usted lo que quiera: si hay alguien tan estúpido que pueda dar dinero por una cosa así, véndalo usted con mil demonios", escribía el inefable comediante, quien, al friso de los noventa años, conserva toda su agresiva gallardía espiritual.
Ahora las dos cartas están en venta.