viernes, 30 de noviembre de 2007

Doctor don César de Bandier, alias Nicolás Legras

De padres labradores franceses, sabía leer y escribir griego, latín, francés, italiano y español. Entre la Provenza, Reims y la Universidad de Paris estudió retórica y poesía, artes, medicina, dos años de filosofía y teología y “un poco de jurisprudencia”.

Terminados estos estudios viajó a Roma, donde escribió bulas en la dataría del Papa durante dos años. Con veinte años, sintiendo que malgastaba y olvidaba sus estudios, dejó aquel ejercicio y pasó a Alemania al ejército del Emperador, donde comenzó a ejercer la medicina. Visitó las universidades de Praga, Lipsio de Viena, Polonia, Moscovia; estuvo en la corte de Suecia, de donde pasó a Dinamarca y después a Holanda. De ahí a Francia de nuevo durante unos años, y entonces a Marruecos, Argel, Túnez, Etiopía, Arabia, Babilonia, Yspan, Conchinchina, Goa, Ceilán, Sumatra, Armenia, Turquía, Alejandría y de nuevo Francia (a los 35 años) donde fundó una Academia. Arruinada dicha Academia, pasó a Valencia (donde se graduó doctor), y de ahí a Marsella, Alejandría, El Cairo, (viviendo tres años en casa del cónsul de Francia), de nuevo Alejandría, Jope, Jerusalén, Damasco, Cayde, Estimirna, Constantinopla, Bodayna (reino de Grecia), Lisboa, (donde curó a un capitán español de Cádiz), Arenas Gordas, Sanlúcar, Cádiz, Madrid, Cádiz (como se ve, César Bandier pasó varias veces por esta nuestra ciudad, donde falsificó papeles y títulos relativos a su origen según necesitó en sus cuitas), Canarias, Burquerque, Calez, Miens, París, Ruán, Abastardan (¿Ámsterdam?), Tenerife, La Habana, Cartagena, y Perú.

Allí, en 1667, a los 67 años de edad, fue sometido al tribunal de la Inquisición de Lima, ciudad donde estaba ejerciendo la medicina. Declararon contra él cinco testigos que le acusaron de defender:

“Que los católicos romanos y los que no lo eran, estaban errados, porque no había cielo ni infierno, ni más Dios que la misma naturaleza de las cosas, que en ella se encerraba todo, y que muriendo los hombres, morían sus almas o paraban en la misma naturaleza y su eternidad. Que si hubiera de haber infierno, había de ser para los reyes y poderosos, para clérigos y frailes, que sustentan del trabajo ajeno; que no se debía comer carne ni sangre, sino yerbas, como comen los demás animales, mientras no instase la necesidad y los achaques y enfermedades. Decía de ordinario que para qué se ha de prohibir a hombre juntarse con la mujer, que Dios, la naturaleza, la crió para eso, y a cada uno dio su miembro para aquel efecto, explicando esto con palabras deshonestas. Que era invención digna de reprobarse la sujeción al rey y al papa, y el confesar a otro sus flaquezas, y que nuestra ley evangélica al principio era suave, pero San Pablo, con un espíritu de contradición, la echó a perder, prohibiendo la pluralidad de mujeres, y dando lugar a que hubiese monjas y frailes, con que se impide la procreación. Que no hubo Adán ni diluvio, ni ha de haber resurrección de la carne, ni hay diablos, ni brujas, ni Cristo fue Dios, ni está en la hostia, ni su santísima Madre fue virgen, que Lázaro no resucitó, sino que fue un embuste que se hizo para engañar, y que la que llaman estrella de los magos fue un cometa de los ordinarios, y los cristianos han levantado el embuste de que era estrella, y por Cristo. Diciéndole uno destos testigos en una ocasión, que temía a Dios, le respondió ¿qué te ha de hacer Dios? perro tonto, métete fraile. Trató de fundar nueva secta con título de religión cristiana, que así se había de llamar, y en ella todos serían médicos, para que curasen por todo el mundo y en todas las naciones, y reducirlos por este medio a la ley natural.”

Torturado hasta expresar arrepentimiento, fue declarado culpable por “apóstata, hereje de nuestra santa fe católica, observante de la ley natural de Aristóteles y de la perversa de Epicuro”. Sus bienes fueron confiscados, se le obligó a usar sambenito y fue encarcelado y desterrado a España.

Etimológicamente, hereje viene de términos que querían decir escoger, elegir, decidir.

miércoles, 28 de noviembre de 2007

Messe pour le temps présent

Hace unos días murió en Lausana Maurice Bejart, una de las figuras indiscutibles de la danza contemporánea. En El Conciso queremos dedicarle un pequeño recordatorio con la música de su espectáculo del año 1967 "Messe pour le temps présent".

Para este ballet Bejart utilizó música tradicional india y japonesa, e incluso marchas militares, pero su enorme popularidad se debió sobre todo a los temas pop que firmaron Pierre Henry y Michel Colombier. Henry era un destacado compositor de música contemporánea, conocido por ser el fundador junto con el otro Pierre (Schaeffer) de la escuela de música concreta. Colombier, por su parte, era compositor de bandas sonoras y arreglista de discos de pop (colaboró en muchos de los de Gainsbourg, por ejemplo). Por supuesto tal asociación chirriaba por los cuatro costados. Era como si en España, ese año, se hubieran puesto de acuerdo Luis de Pablo y Augusto Algueró para colaborar en un montaje de Antonio el bailarín. Bueno... más o menos.

El disco con la Messe pour le temps présent de Henry y Colombier se convirtió rápidamente en superventas en las listas de pop y clásica, sirvió para romper las infranqueables barreras entre los estilos y contribuyó a la popularización de la música contemporánea. Psyché Rock fue la pieza más difundida (sirvió como sintonía durante muchos años para el Estudio Abierto de José María Íñigo), pero el resto de los temas no desmerecen. Y aunque casi todo el mérito se lo llevó Pierre Henry, hay que reconocer que la mayor parte le corresponde en realidad a Colombier, responsable de esos ritmos y líneas melódicas pegadizas y del toque psicodélico. Henry "sólo" aportó los jerks, los efectos electrónicos que daban a los temas una espectacularidad desconocida hasta ese momento. De hecho otras incursiones de Henry en el terreno pop no fueron tan afortunadas, como su colaboración con los progresivos Spooky Tooth, disco pesado y pretencioso donde los haya.

Michel Colombier falleció en 2004. Pierre Henry sigue componiendo.

boomp3.com

lunes, 26 de noviembre de 2007

Guillermina Rojas

Guillermina Rojas y Orgis (a veces Orjis, según las fuentes), natural de Tenerife, nacida hacia 1849, hija de Pedro Rojas (zapatero) y Dolores Orgis (costurera), intermedia de tres hermanos (Antonio, Guillermina, Fulgencio).

En 1854 la familia se traslada a Cádiz. En 1866 se inscribe en la Escuela Normal de Maestras de Cádiz, obteniendo el título de Maestra de Instrucción de Grado Superior en 1868. Ejerce de maestra durante meses (dos años según otras fuentes) en una escuela pública de la ciudad, periodo tras el cual renuncia a su profesión ya que considera imposible armonizar sus ideales educativos con la enseñanza que se impartía en esos momentos en las escuelas.

En sus propias palabras, en carta fechada en Madrid el 19 de Febrero de 1872: “Ha estudiado dos años en la Escuela normal de Cádiz, y recibido su título de maestra superior… Ha estado después ejerciendo dicha profesión, por espacio de dos años, en una de las escuelas públicas de aquella ciudad, hasta que, comprendiendo que era imposible poder armonizar sus ideas con la educación mística y la raquítica instrucción que se da hoy en las escuelas, presentó su dimisión y volvió a su primitiva ocupación, la cual era costurera de sastre, para ganar honradamente el sustento sin tener que violentar su conciencia abdicando vergonzosamente de sus ideas en beneficio personal”.

Organiza, junto a otras mujeres de la ciudad, una escuela femenina que sentaría las bases de la Asociación Republicana Femenina “Mariana Pineda”, de la que será presidenta. Según algunas fuentes documentales, estas actividades se desarrollarían en Cádiz en el año 1873, lo que se contradice con el resto de fechas aportadas. En la época circula por Cádiz la coplilla siguiente: “Guillermina, Guillermina, no vayas al Comité, que esas son cosas de hombres, no son cosas de mujer”.

El 22 de octubre de 1871 se traslada a Madrid, donde forma parte activa del movimiento obrero a través de una de las secciones que componen la Internacional en Madrid, llegando a ser Secretaria del Consejo Local de la Federación Madrileña. De ser cierta esta fecha, podría ser en Madrid que fundara la Escuela y Asociación de Mujeres.

Colaboró muy activamente en la prensa anarquista de la época, obteniendo fuertes críticas desde la prensa tanto conservadora como en ocasiones liberal (!), ya fuera por sus ideas como por el atrevimiento de hacerlo desde su condición femenina.

Uno de sus artículos, “La Familia”, publicado en La Emancipación en 1871, causó un gran escándalo. En ella, Guillermina Rojas denuncia la insolidaridad de los modelos vigentes de propiedad privada, patria y familia; critica las figuras del matrimonio tanto religioso como civil (instaurado éste legalmente en 1870), y aboga por la libertad de convivencia libre entre las personas o un modelo de matrimonio que permita la igualdad entre sus miembros.

Ya entrado el siglo XX, una articulista de una publicación anarquista gaditana firma como “Guillermina” en las páginas literarias. En ellas, usando prosa poética, repasa el ideario libertario. No hay acuerdo acerca de si esta escritora era Guillermina Rojas.

Guillermina fue incluida por Benito Pérez Galdós en sus Episodios Nacionales. No se conoce con certeza la fecha de su fallecimiento.

Desde la Academia queremos agradecer a la Universidad de Cádiz y a Gloria Espigado la información que con tanta amabilidad subieron a la red para la formación de todos. Quien quiera más, que enlace aquí, por ejemplo:

domingo, 25 de noviembre de 2007

Disparates académicos... ¿inocentes?

En la revista dominical de los periódicos del grupo Joly se publica un artículo sobre disparates académicos, ya saben, respuestas absurdas dadas por los alumnos en sus exámenes. Esto suele afectar a las asignaturas de letras, pues las de ciencias, o haces el problema o no lo haces, ahorrando la agonía de improvisar contestaciones que se salen de toda madre. Por supuesto, se aprovecha para que los profesores consultados se quejen de que el nivel de los alumnos actuales es el peor en los últimos veinte años. Pero no es la intención de este Robespierre el abrir un debate sobre la degeneración de la enseñanza en los últimos tiempos, aunque este es un tema muy conciso. Es llamar la atención sobre una de las respuestas, precisamente la última, que cierra el reportaje como traca final, seguramente porqué a la periodista que lo escribe le ha llamado la atención: dice un alumno que hay que hacer caso a la Ilustración, que defiende que el hombre actual, cuanto más salvaje mejor.

Más allá de la lógica reacción risible, este Robespierre se pregunta si realmente es un disparate espontáneo o bien este chico/a expresa de forma más o menos inconsciente lo que esta en boca de los historiadores “revisionistas” sobre la Ilustración como antesala de la falta de valores contemporáneos y de los horrores genocidas del siglo XX. ¿Acaso la marea carpetovetónica ha llegado a los profesores de secundaria? ¿No será que a veces los errores de los alumnos son culminaciones de explicaciones sesgadas?.

Vergüenzas históricas de ayer y hoy

Tal vez el Chevalier De Jaucourt no fuese (a pesar de la estima en que lo tenía Diderot) un espíritu original, pero su colosal tarea y su humildad imponen respeto. Autor de un total de 17.266 artículos, escribió 15.039 de ellos entre la crisis de otoño de 1759 y la publicación en 1765, lo que nos da una medida de ocho artículos al día.
Los libreros, por su parte, hicieron gala de un extremado pragmatismo, tan contentos de contar con el Chevalier como reacios a pagarle. Después de todo, el se había ofrecido a realizar gratis su trabajo y ellos no se sentían en la menor obligación de recompensar su generosidad. Los libros de cuentas de los libreros asociados demuestran que durante nueve años le estuvieron sirviendo sin costo alguno los libros que necesitaba, por un importe de 2.749 libras (equivalentes a unos 33.000 euros de hoy). También había que pagar a los secretarios permanentes que De Jaucourt empleó a fin de investigar, seleccionar y copiar materiales, pero el Chevalier se encargó personalmente de hacerlo. Como era rico, le fue posible pagarlos durante algunos años hasta que, finalmente, el coste de aquella pequeña editorial que no le reportaba más beneficios que unos cuantos libros gratis comenzó a comprometer sus finanzas. Hasta que, como narra Grima, uno de los libreros se mostró dispuesto a acudir en su ayuda:

Monsier le Chevalier De Jaucourt no fue sólo, según dice Monsieur Diderot, quien más contribuyó a que se concluyera esa inmensa obra, sin obtener compensación alguna por sus esfuerzos, sino que incluso se vio obligado a vender una casa que tenía en París para poder pagar los salarios de los tres o cuatro secretarios que tenía continuamente empleados durante diez años. Lo curioso de este asunto es que fue el librero Le Breton quien le compró esta casa con el dinero que le trabajo del Chevalier De Jaucourt le había hecho ganar…

Fue un negocio redondo: De Jaucourt casi se había arruinado trabajando gratis para los libreros… que ahora le compraban una casa de su propiedad (pagándola con el dinero obtenido gracias a su trabajo) para que pudiera seguir ganando dinero para ellos; en otras palabras, que Le Breton le sacaban a De Jaucourt no sólo la publicación de un diccionario que le reportaba millones, sino también una casa… y todo ello, a cambio de unos pocos libros.

El Chevalier, según parece, estaba tan dedicado a su trabajo que apenas le importaba otra cosa…

Encyclopédie, Phillip Blom

viernes, 23 de noviembre de 2007

Julio Cortázar en Foro Libre

Los encuentros literarios de Foro Libre se celebran los lunes a las 20.30 horas, en la cafetería-restaurante El Cantábrico (Avda. Cayetano del Toro, 21). La entrada es libre y todos los asistentes pueden participar con plena libertad en los distintos encuentros.

El próximo lunes, día 26, se celebrará un encuentro literario sobre la vida y la obra de Julio Cortázar.

Políticamente incorrecto

No se lo tomen a broma. El siguiente paso será expurgar los cuentos infantiles de todo rastro de violencia para que los críos no se traumen. Y de ahí se pasará a la literatura. En las próximas ediciones de El Quijote se evitará que Maritornes sea tuerta para no ofender a los que tienen problemas de vista, Gimli dejará de ser un enano para no molestar a los lectores de Tolkien de corta estatura y Perry Smith, el asesino de A sangre fría, ya no cojeará para no perder al público con problemas andarines.
Y para aclarar este párrafo lean este link. Señor, que cruz de dictadura de lo políticamente correcto, que evita un arte con aristas donde todos somos como en el Reino Celestial, ángeles sin sexo y sin dolor.

jueves, 22 de noviembre de 2007

Al fin Plop.

Hoy los miembros de esta Academia estamos de enhorabuena. A veces, el sector editorial (o mejor dicho, un editor merecedor de su noble oficio) hace memoria y justicia llenando algún incómodo silencio. Salto de Página ha editado en España Plop, de Rafael Pinedo, Premio Casa de las Américas en el año 2002. Tras varios meses buscándolo, me lo hice traer de Buenos Aires para poder leerlo, para devorarlo en una noche que resultó de insomnio porque una vez empezado no pude parar y una vez terminado no supe dormir.

Rafael Pinedo falleció el año pasado dejando una tremenda pena y un sabor a derrota en las letras argentinas, de las que, con sólo dos novelas, había pasado a ser considerado uno de los más brillantes prosistas actuales. Pronto es aún para saber si la historia le permitirá conservar ese puesto que hoy por hoy parece justo, como justo es advertir que Pinedo no era ninguna joven promesa, ni ningún escritor revelación, sino un escritor hecho, maduro y rebelde en su estilo, continuador de la corta pero brillante saga de científicos llegados a la literatura por la vía de la exigencia.

Plop podría ser tan sólo una novela continuadora de la temática apocalíptica integrada en la ciencia ficción social, la crónica de una especie degradada en un mundo degradado, o un nuevo eslabón en la rica cadena novelística sobre dictadores en América Latina. Lo que justifica la manera en que ha sido considerada desde su aparición es, entre otras muchas virtudes, su lenguaje, certero, preciso, puro e incisivo como bisturí de cristal. Con él, en una continua mueca de humor despiadado -menos negro que marrón-, se nos traslada a la saliva el barro y el óxido que ve nacer al protagonista y que nos va rodeando conforme se vacían sus personajes.

Si hemos aceptado que existe la novela gráfica, a falta de nombres mejores, Plop podría ser, por sus imágenes, un cómic novelado. De cualquier manera, es un monumento a la sencillez del lenguaje y a la pureza efectista de un estilo como transmisor de inquietudes, desamparos y miserias. Una de las grandes, imprescindibles, novelas argentinas actuales, que eleva el concepto de originalidad a genialidad.

Que ojalá ustedes la disfruten.

El que faltaba

Buenas. Lo malo de abrirse blogs nuevos en vísperas de viajar es que uno se pierde los nacimientos y llega tarde a los bautizos. Pues aquí está el Robespierre Español, dispuesto a usar su guillotina dialéctica e intelectual contra todos los males que nos unen en este rincón. Canismo, falta de valoración del conocimiento y la cultura, etc. Pero hay uno que me obsesiona, y puede ser el hecho diferencial frente al resto de los compañeros. El aumento de la superstición, sea esotérica, budista o integrista católica, que se opone radicalmente a los valores de la ilustración, hoy tan desdichadamente cuestionados. Hay una auténtica campaña. Historiadores o presuntos historiadores –no habló de palanganeros de la derecha como César Vidal, sino de plumas tan brillantes como la de Michael Burleigh- derriban los valores de Diderot y compañía como el origen de todos los males políticos del siglo XX e intentan que este siglo XXI, el de internet y las células madres, se una directamente a las teocracias medievales puenteando todo los valores del XVIII. Frente a esto alzo mi peluca. Saludos a todos.

Un gran momento español

A la espera de que los expertos, que también los hay en este blog, hagan el merecido panegírico del maestro que se nos ha ido, y aunque todos sabemos que participó en trabajos de mucha más hondura, en El Conciso siempre lo tendremos en el recuerdo por esta memorable réplica:

boomp3.com

miércoles, 21 de noviembre de 2007

Misoginias literarias

Beatriz Cienfuegos al habla. Por fin un espacio en Cádiz para reivindicar a tantas mujeres silenciadas por el pensamiento misógino. Uniendo fuerzas con El Duende de los cafés, La pensadora gaditana promete dar voz propia a nuestras bienhechoras doña Emilia Pardo Bazán, Fernán Caballero, Maruja Mallo, Concha Méndez y tantas otras damas de alcurnia que han contribuido en los últimos decenios -como nuestra mecenas, la inolvidable viuda de Pinillos, que en gloria esté- al progreso sociocultural de las villas hispánicas sin que haya placa, lápida o pedestal que las recuerde.
El tiempo apremia y toda vigilancia es poca contra la rancia cultura patriarcal. ¡Identifiquemos con la letra escarlata a las voces que insultan al talento femenino!

Considérense como en su casa

Por si nuestros lectores desean visitarnos y/o enviarnos sobres con sobornos para recibir comentarios laudatorios, la sede de El Conciso está en los sótanos del monumento al Marqués de Comillas, en la Alameda homónima, en Cádiz capital. Y es que, aunque la gente piense que esos sótanos eran urinarios públicos (y sigan usándolos como tales pese a estar cerrados por férreas verjas, por no hablar de la falta de respeto a la memoria de tan ilustre prócer si realmente se hubiera dedicado su monumento a albergarlos), en su momento fueron pequeñas bibliotecas abiertas al público, y así se mantuvieron hasta que la incuria y el abandono obligó a cerrarlas.

El horario de oficina es algo extraño, pues tenemos que compatibilizarlo con nuestros respectivos trabajos y, además, esquivar la vigilancia diurna de los servicios municipales, que prefieren tener el monumento hecho un muladar antes que cederlo para una misión filantrópica como la redención de las masas incultas. Por eso, si no estuviéramos, le dejan recado a la señora gata o a alguno de sus niños, que siempre andan por allí.

Todo lo cual nos da pie para poner en marcha la primera de las campañas cívicas de El Conciso:

Recuperemos para la ciudad de Cádiz los sótanos del monumento al Marqués de Comillas y devolvámosles su primigenia función educadora

Y mientras tanto, Alcaldesa, ¡mándanos ya a alguien que nos limpie la entrada a la oficina!

lunes, 19 de noviembre de 2007

El Mentor o Ilustrador Popular.


En este mundo faltan teología y geometría, decencia y buen gusto.

El certero diagnóstico de Ignatius J. Reilly sobre los males de la sociedad de su tiempo sigue teniendo la misma vigencia más de 40 años después de haberse emitido. Si me apuran, en los últimos años y en nuestra pequeña porción de planeta la situación va a peor. Ni la plena democracia, ni el mayor poder adquisitivo de la población, ni el encontrarnos en la lista de los países más desarrollados, ni por supuesto la educación obligatoria hasta los 16 años han conseguido mejorar las proverbiales cifras de analfabetismo funcional. Y es que desde que los barbudos maestros de la Institución Libre de Enseñanza tuvieron que abandonar su ilusionante proyecto, parece que el único objetivo de los sucesivos ministerios de educación haya sido el mantenimiento del tradicional sistema de castas, antaño por la formación selectiva de las elites y ahora el mediante el embrutecimiento programado de la mayoría de la población.

A todo lo cual, y por ahorrarles más farfolla demagógica, por supuesto nos oponemos. La triaca para combatir el mal es sencilla: cultura, educación y sentido del humor. Esta humilde plataforma digital nos permitirá llevar nuestro mensaje regeneracionista a las masas y denunciar todo aquello que atente contra la decencia y el buen gusto, sobre todo si está promovido desde instancias oficiales. Y si la redistribución de la riqueza fue el objetivo de los socialistas utópicos de toda la vida, la redistribución de la información será el nuestro. Se la robaremos a los ricos y la entregaremos a los pobres; luego saludaremos con desparpajo desde las almenas y saltaremos ágilmente sobre nuestro caballo, dejando a las sociedades gestoras sin su recaudación y con un palmo de narices. Tengan por seguro que lo haremos.

Esta será la misión de El Mentor o Ilustrador Popular. Y ustedes que la disfruten.

viernes, 16 de noviembre de 2007

Academia de Ociosos

“Academia de Ociosos nace con el propósito de avivar la positiva curiosidad del ser humano, su objetivo es satisfacer en las más de las gentes, que por sus ocupaciones, o destinos no se entregan del todo a las ciencias, la pasión racional de saber con gusto, y a poca costa, cultivar de este modo el entendimiento de la juventud, promover la aplicación, franquear especies útiles, y entretenidas para la sociedad y conversación de las gentes: éste es mi proyecto.

Los lectores a cuya utilidad principalmente destino mi obra, son los ociosos literatos. Éstos los divido en tres clases. Los primeros que sólo lo son a ratos, porque aunque están ocupados dignamente en serios empleos, y tareas importantes, les quedan algunos cortos intervalos de tiempo para su diversión y descanso. Los segundos, son los ociosos actuales, que no siguen carrera de letras, y que apenas leen otra cosa que diarios, gacetas y Mercurios. Los terceros, son los ociosos habituales, que, o por haber dado ya su trabajo, por su vejez, delicadeza o achaques, están dispensados de aplicarse a una lectura profunda, seria y continuada. A estas tres clases de ociosos (en los cuales no siempre es vicio, sino necesidad el ocio literario) propongo mi obra, a todos éstos, que es la mayor parte de los mortales, se da lugar en esta nueva academia.”

domingo, 11 de noviembre de 2007

Los concisos ilustrados

Hace un par de años coincidieron, en una entrevista radiofónica, los insignes integrantes del grupo musical Los Caños y la Modelo del Momento. Nadie sabe si fue de motu propio o vía discurso ‘Me encantan los perros-por eso quiero tener niños-y la paz en el mundo’. Lo cierto es que Modelo del Momento confesó que era una contumaz lectora. Semejante afirmación provocó las risotadas crueles de sus compañeros de micro, que se hicieron con varios puntos asnales al esputarle: ‘Pero, ¡si leer no sirve de nada! Míranos a nosotros, que no hemos estudiado en la vida, y dónde estamos ahora’.

Comentamos a menudo que esa no es la sorpresa, que lo normal en estos lares ha sido siempre loar la picaresca, retozar en la ignorancia y sobrevivir a base de bien con la ley del mínimo esfuerzo. Lo inaudito, desde hace un tiempo, es que todo ello viene siendo promocionado desde arriba –movida promovida- en una bochornosa actualización del pan y circo.

Con el fin de no sucumbir a la molicie imperante y retroalimentar las pocas neuronas que seguirán siendo capaces de puntuar al Braintraining cuando estemos en el asilo, nace este rincón. El Conciso toma el nombre de un más que digno periódico doceañista de corte liberal. Sus autores creemos firmemente –al margen de cualquier tipo de carreta oficial- que aquel breve periodo de la historia de España fue un extraño rapto de lucidez. Ya saben: ‘En 1810 toda España había sucumbido a la invasión francesa… ¿Toda? Toda no. Un pequeño reducto de españoles resistía valerosamente al invasor…’. Diputados de todos los rincones del país –y semejante concepto incluía en la época gran parte de América- se reunieron durante dos años en las islas de Cádiz y de León para dirimir el futuro de un Estado en ascuas. Allí, se propusieron la muy utópica tarea de apuntar y rechazar libertades –lástima que el afán reformista no les llegara suficientemente lejos y su ‘libertador’ terminará tirando desdeñosamente todos sus logros al estercolero-. Pero debieron ser, qué duda cabe, unos años interesantes, con los franceses en los pinares, las fanfarronas bombas nocturnas, los ingleses de aliados, el Hospicio vaciado de locos para recibir a Wellington, un batallón de extremeños –liderados por un escocés- combatiendo con ropas de los tercios de Flandes, los masones escondiendo documentos, la Inquisición siendo derogada en el atrio de una iglesia. Todo un Sábado de Carnaval en nuestra Historia de Cuaresma y Penitencia.

(Como verán, precisamente en honor a esa época, todos los colaboradores hemos adoptado nombres de periódicos del momento)

El Conciso no aspira a ser más que una pequeña resistencia a la caspa y zafiedad imperantes. Un lugar en el que hablar, compartir y comentar todo lo que nos haga abrir los ojos y las orejas desmesuradamente. Criticaremos lo que creamos atenta contra el sentido común y la inteligencia y recogeremos todo aquello que pueda contribuir a ensalzar los valores de convivencia, el bienestar y el desarrollo personal –y aquí se abre un amplio abanico en el que se incluye desde la conveniencia de la educación laica hasta cómo hacer un martini perfecto. Y si alguien cree que Eva Mendes de Caperucita merece ser incluida como valor de bienestar y crecimiento, muy probablemente aplaudiremos la moción-.

Como dirían los plumillas de épocas pretéritas, los aquí firmantes esperamos que encuentren estos comentarios, denuncias, recomendaciones y consejos adecuados para el cultivo del gusto y el goce del intelecto.

Sin nada más que añadir, les saluda

El duende de los cafés