domingo, 27 de abril de 2008

Enseñanza desconcertada


Anda el mundo de la enseñanza privada algo revuelta en Cádiz. Resulta que el colegio de San Felipe Neri, uno de los señeros de la ciudad, antiguo vivero de la gente bien de la ciudad, ha solicitado lo que en neolingua se llama “una línea más” de educación infantil. Traducido resulta un aula más de esta especialidad. Pero hete aquí que la Junta de Andalucía la ha negado al no cumplir los requisitos y se la ha cedido a un colegio público. Por supuesto, esta decisión ha empezado a movilizar a los sectores que ya suponen ustedes con el latiguillo de “es que los padres tienen derecho a elegir el centro de sus hijos”.

Mi espíritu jacobino no puede por menos que congratularse con esta insólita victoria de lo laico sobre lo religioso. La engañifa de la “libertad de elección de centros” significa para sus defensores escoger entre los marianistas o los salesianos. Tal vez el que en estas fechas se haya decidido cerrar un IES público en Cádiz debido a su bajo número de solicitudes haya contribuido a que la Junta haya equilibrado las apuestas. Pero la decisión es sorprendente, ya que la táctica del gobierno andaluz ha sido la contraria, como es dejar caer la red de centros públicos y reforzar los mal llamados privados con la concertación. Para sus arcas es bueno, ya que se ahorran inversiones en educación y cumplen el expediente potenciando los colegios religiosos, con profesores cooptados sin oposiciones y peor pagados que en la pública. Claro que el papanatismo de los padres influye mucho, pues el mito del colegio privado sigue funcionando, incluso llegando a corruptelas como empadronar a los niños con familiares para garantizarles que entren donde ellos quieren.

Tal vez los vientos radicales que llegan del PSOE en Madrid estén influyendo a los de Sevilla o el trío calaveras de los cardenales ultramontanos esté ya tocando demasiadas narices. Pero igual es el momento de revisar la mal llamada concertación, que en realidad es una rendición ante la Iglesia. Se subvencionan colegios donde se boicotean iniciativas como la asignatura de Educación para la Ciudadanía o se predica en contra de las iniciativas gubernamentales más progresistas. A la vez los obispos siguen con el derecho de poner en los centros públicos a los profesores de religión y sacarles un diezmo como agradecimiento por el enchufe. Y los abates siguen con su habitual doble discurso. Dame libertad pero págamelo. Tal vez deberían plantearse renunciar al subsidio y hacer una enseñanza privada de verdad, como le gusta al PP. Tropecientos euros de matrícula y que vayan sólo los ricos, a ver cuanto aguantan los colegios religiosos cuando todos huyan al no poder afrontar los gastos. Claro que este es un mal endémico de Andalucía y España. Todos rajan del estado pero todos se arriman a él.

Ay, cuando pienso en lo que me contaron en Finlandia. Enseñanza pública y da igual donde metas al niño porqué en todos lados es el mismo régimen escolar. Pero los que quieren una Iglesia fuerte y un estado débil no están por la labor.

No hay comentarios: