"D. Mariano Luís de Urquijo, natural de Bilbao y educado en Francia, diplomático y ministro a los treinta años gracias al favor del conde de Aranda, personaje ligero, petulante e insípido, de alguna instrucción pero somera y bebida por lo general en las peores fuentes; lleno de proyectos filantrópicos y de utopías de regeneración y mejoras: hombre sensible y amigo de los hombres, como se decía en la fraseología del tiempo; perverso y galicista escritor, con alardes de incrédulo y aun de republicano; conocido aunque no con gloria , entre los literatos de aquel tiempo por una mala traducción de La muerte de César, de Voltaire, que el abate Marchena fustigó con un epigrama indeleble, aunque flojamente versificado.
Ayer en una fonda disputaban
de la chusma que dramas escribía
cuál entre todos el peor sería.
Unos: "Moncín"; "Comella", otros gritaban;
el más malo de todos, uno dijo,
es Voltaire traducido por Urquijo."
2 comentarios:
Uno de los grandes fans de don Marcelino fue el propio Luis Buñuel, al que gustaba mucho la "Historia de los heterodoxos españoles". De hecho, esa delicia que es "La Vía Lactéa" sale de allí, con su desfile de herejes y teólogos. A Menéndez y Pidal sin duda le hubiese dado un derrame de haberla visto. A veces el pensamiento es como el agua por muy dogmático que sea y se vuelve contra el que lo pronuncía
Error. He dicho Menéndez y Pidal y es Menéndez y Pelayo.
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