En la Fundación Juan March, en la madrileña calle de Castelló, se encuentra la Biblioteca de Ilusionismo, el mayor fondo bibliográfico de magia y prestidigitación existente en España.
Creada en 1988 con 954 libros y 35 títulos de revistas provenientes de la donación hecha por el coleccionista José Puchol de Montís, en la actualidad cuenta con unos 1.820 libros y 44 revistas que cubren desde el siglo XVIII hasta la actualidad, acerca de juegos, magia con elementos (aros, cigarrillos, naipes, globos...), mentalismo, trabajos manuales, ventriloquia,… y temas generales (bibliografías, diccionarios, catálogos).
Incluye, por ejemplo, el que hasta ahora es el libro español más antiguo de esta materia, Engaños a ojos vistas y diversión de trabajos mundanos, escrito por Pablo Minguet en 1733. Otros libros, como Manuel practique d’illusionnisme et prestidigitation, de Ceillier, Magic for magicians, de Abbott, el Manual del prestidigitador, de K. Honaham, o Juegos de Manos, de Eduardo Wiederkehr “Ediston”, están entre los libros tenidos por básicos para iniciarse en las habilidades del ilusionismo y la magia.
Y en este fondo puede encontrarse Las ciencias enseñadas por medio de juegos, ó teorías científicas… escrita originalmente en inglés, traducida al francés por Richard, y de este idioma al castellano y aumentada por Jorge Lasso de la Vega. Publicado en la Imprenta de Feros, en Cádiz, en 1835. No he indagado aún qué hace este libro en un fondo de magia e ilusionismo.
Jorge Lasso de la Vega, natural de San Fernando, fue brigadier de la Armada y escritor, y está considerado el pionero del periodismo marítimo en España. En 1839 fundó la revista mensual España Marítima, con Manuel Posse y Manuel Montes de Oca, que dejó de editarse al año siguiente. Tomó el relevo en 1841 la Revista Militar Naval, de carácter semanal, también de existencia efímera. Posteriormente, Lasso y Posse se unen para comenzar a editar El Fanal, crónica comercial, marítima, industrial y literaria, que dejó de editarse a finales de 1842. En 1845 prueban suerte con un periódico de marina, geografía y literatura llamado El Marino Español, con idénticos resultados de continuidad. En 1855, en unión de José Marcelino Travieso, Jorge Lasso de la Vega vuelve con Crónica Naval de España que se imprimió hasta 1861; separándose Travieso al poco tiempo para publicar La Marina, una revista con contenidos de carácter militar, mercantil y literario.
Don Jorge Lasso de la Vega fue director del Depósito Hidrográfico, y allí decidió que la Carta de Juan de la Cosa fuese depositada en el Museo Naval de Madrid, donde fue catalogada como sigue:
Núm. 553: "Carta de la parte correspondiente a la América, que levantó el piloto Juan de la Cosa en el segundo viaje del descubridor genovés en 1493, y en la expedición de Alonso de Ojeda en dicho año. Sustraída de España, la poseía el Barón de Walckenaer, cuyos testamentarios la vendieron en pública almoneda; y la adquirió el Depósito Hidrográfico. Su director, que fue el Sr. D. Jorge Lasso de la Vega, tuvo la condescendencia de que se depositase en este Museo, para que el público pueda ver un documento tan curioso y de mérito, con relación a la época en que se hizo.”
Y es que aún hoy día, trabajos como el de Juan de la Cosa nos siguen pareciendo “cosa de magia”, y con ilusión buscamos en nuestra ciudad “el prestigio” otrora desaparecido.