lunes, 19 de noviembre de 2007

El Mentor o Ilustrador Popular.


En este mundo faltan teología y geometría, decencia y buen gusto.

El certero diagnóstico de Ignatius J. Reilly sobre los males de la sociedad de su tiempo sigue teniendo la misma vigencia más de 40 años después de haberse emitido. Si me apuran, en los últimos años y en nuestra pequeña porción de planeta la situación va a peor. Ni la plena democracia, ni el mayor poder adquisitivo de la población, ni el encontrarnos en la lista de los países más desarrollados, ni por supuesto la educación obligatoria hasta los 16 años han conseguido mejorar las proverbiales cifras de analfabetismo funcional. Y es que desde que los barbudos maestros de la Institución Libre de Enseñanza tuvieron que abandonar su ilusionante proyecto, parece que el único objetivo de los sucesivos ministerios de educación haya sido el mantenimiento del tradicional sistema de castas, antaño por la formación selectiva de las elites y ahora el mediante el embrutecimiento programado de la mayoría de la población.

A todo lo cual, y por ahorrarles más farfolla demagógica, por supuesto nos oponemos. La triaca para combatir el mal es sencilla: cultura, educación y sentido del humor. Esta humilde plataforma digital nos permitirá llevar nuestro mensaje regeneracionista a las masas y denunciar todo aquello que atente contra la decencia y el buen gusto, sobre todo si está promovido desde instancias oficiales. Y si la redistribución de la riqueza fue el objetivo de los socialistas utópicos de toda la vida, la redistribución de la información será el nuestro. Se la robaremos a los ricos y la entregaremos a los pobres; luego saludaremos con desparpajo desde las almenas y saltaremos ágilmente sobre nuestro caballo, dejando a las sociedades gestoras sin su recaudación y con un palmo de narices. Tengan por seguro que lo haremos.

Esta será la misión de El Mentor o Ilustrador Popular. Y ustedes que la disfruten.

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