El pasado fin de semana el Ayuntamiento de Sevilla iluminó de rosa el Archivo de Indias y la Torre del Oro para conmemorar el día internacional contra el cáncer de mama. Al dar la noticia los medios no explicaron si con semejante ritual se pretendía obtener curaciones en masa de mujeres afectadas por tan grave enfermedad, aunque conociendo a nuestros ediles y su escaso apego al pensamiento racional yo no lo consideraría una hipótesis disparatada. Pero no, parece ser que en este caso el objetivo era "divulgar y concienciar a las mujeres que están en situación de riesgo" (cito de Diario de Sevilla). En cuyo caso quienes no pasearan por el centro de la ciudad, o vivieran en barrios periféricos o en pueblos sin ayuntamientos tan emprendedores no habrán recibido la terapéutica información. Parece mentira pero es así: en plena era de la información, con decenas de medios de comunicación de titularidad pública, con ingentes presupuestos para publicidad institucional, el Ayuntamiento de Sevilla tiene que recurrir a las luminarias medievales para dar avisos sanitarios a la población. Que Pasteur nos pille vacunados!
Luego me entero de que estos gestos inútiles y costosos se han repetido en otras poblaciones y con idéntico motivo filantrópico. Y me pregunto otra vez por qué quienes tienen en sus manos el destino del presupuesto público y pueden destinarlo a investigación, atención primaria, detección precoz, cuidados paliativos, asistencia domiciliaria, etc... prefieren gastarlo tontamente en fuegos de artificio. Porque les sale más barato? Porque son incapaces de imaginar un mejor uso? Porque piensan que somos idiotas? Todas las anteriores respuestas?
lunes, 20 de octubre de 2008
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1 comentario:
Pues sí. Marque todas las respuestas.
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