Los desplazamientos de significado que experimentan determinadas palabras en la nuestra y en otras lenguas pueden cambiar radicalmente el sentido de los mensajes emitidos cuando los términos aún conservaban su primigenia acepción. Sirva como ejemplo la portada de este disco mexicano de los años 40 del que, analizado con criterios contemporáneos, se podría pensar que fuera la banda sonora de una versión charra de Brokeback Mountain.
Reconozcamos que la vestimenta utilizada no es la más apropiada para evitar la confusión. En cualquier caso no hay tal. The gay ranchero (1948) era una película coprotagonizada por el cowboy-cantante Roy Rogers y el actor y también cantante mexicano Tito Guízar en la que se exaltaba la amistad y la camaradería entre dos hombres de países vecinos, unidos por el amor a la música y los caballos pero sin caer nunca en la concupiscencia.
Poco conocido fuera de su país, Guízar fue una de las primeras estrellas del cine mexicano y quien popularizó la figura, imprescindible en aquella cinematografía, del charro cantante. Suya fue la primera versión de Allá en el rancho grande (1936), película que años más tarde volvería a interpretar Jorge Negrete y que fue un gran éxito en nuestro país. Y como este año se celebra el centenario del nacimiento de Tito Guízar, queremos desde el Conciso rendir un pequeño homenaje al género de los charros cantores con el íntimo deseo de que vuelva a popularizarse y nuestras pantallas se llenen de nuevo de gorgoritos, chaquetillas bordadas y galopadas a Jalisco.
Boomp3.com
martes, 28 de octubre de 2008
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