viernes, 20 de junio de 2008

Planeta prohibido

Me entero por una revista musical de la muerte el pasado abril de Bebe Barron (de soltera Charlotte Wind). Habría cumplido 83 años en junio. Su marido Louis nos dejó antes, en 1989.

En la historia de la música electrónica, la pareja formada por Louis y Bebe Barron ocupa un puesto de honor por su trabajo pionero con cintas magnéticas y circuitos caseros a principios de los años 50. Aunque su obra más conocida fue la banda sonora de la película Forbidden Planet (1956). Seguramente la recordarán de algún pase televisivo. Era una adaptación en clave de ciencia ficción de La Tempestad de Shakespeare, en la que una nave (comandada por Leslie Nielsen!) aterriza en un planeta en el que sólo viven un científico presumiblemente loco, su bella hija y su criado, el robot Robbie. Y algo más, evidentemente, pero no se lo desvelo por si este post les despierta las ganas de verla de nuevo.

La banda sonora que compusieron los Barron no se parecía ni remotamente a nada que se hubiera hecho anteriormente en la industria del cine. Aunque los sonidos sintetizados ya se habían empleado en alguna película anterior, ésta era la primera vez que toda la banda sonora estaba elaborada por medios electrónicos. Y nada de melodías clásicas adaptadas. Puros sonidos electrónicos abstractos creados mediante manipulación de circuitos fabricados ad-hoc. Tan extraña y sorprendente era, que el sindicato americano de músicos obligó a los productores a quitar la palabra "music" de los títulos de créditos y cambiarla por "electronic tonalities". Por eso tampoco pudo optar al Oscar a la mejor banda sonora de ese año.

Les adjunto un tema de la banda sonora de Forbidden Planet para que lo disfruten; y además, un montaje con escenas de la película que prueba la teoría que mantengo desde hace tiempo de que, convenientemente camuflados entre imágenes, los sonidos más extraños son digeribles por todo el mundo.

boomp3.com

1 comentario:

El Robespierre Español dijo...

Esta escuela hizo historia en el género, pues desde entonces no había película espacial que no tuviese este tipo de banda sonora. Es curioso que la gran película que revolucionaria la ciencia-ficción, “2001”, no contase empero con música electrónica, sino más convencional, a pesar de Ligeti ambientando las apariciones del monolito.